martes, 26 de abril de 2016

Javier.


El electrocardiógrafo es el aparato electrónico que capta la actividad eléctrica del corazón. Esta máquina ha sido creada, a excepción de lo que podrían comentar médicos, enfermeras y auxiliares, para evidenciar (de cara al resto de los mortales) que un corazón ha dejado de latir.

Y cómo mortal que eres, cuando se para, cuando eso ocurre y deja de bombear sangre, te preguntas ¿por qué a mí? No hay respuesta para una pregunta de tal magnitud. Mi abuela, que en paz descanse,  hace años afirmaba abiertamente (cada vez que salía en la televisión alguna catástrofe nacional) que Dios estaba durmiendo. Y no le faltaba razón. Vivo o muerto, dormido o despierto la muerte juega siempre a la lotería con cada uno de nosotros, posando el dedo injustamente sobre aquel que menos lo merece.


Amigo, su corazón ha dejado de latir, pero el tuyo todavía no. Incluso ahora mismo, en la distancia, acompaño a tus latidos cansados por los pasillos de aquel lugar donde nadie quiere ir a morir, pero todos acabaremos pisando. No estoy presente, allí a tu lado, pero hoy más que nunca acompaño tu tristeza, tan atípica en ti, por la calle que nos vio crecer. Se fuerte amigo, que el mundo no te vea caer de rodillas. Que Dios, aunque este durmiendo, te envidie por valiente. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario