lunes, 26 de agosto de 2013

Cristina.


Pasaran los años y seguirás recordando el color del pasillo que te llevaba a su habitación. Yo, cinco años después, aún recuerdo el frío tacto de la barandilla metálica, el verde de las paredes, la hora y el dolor. Qué puta la vida que te ha hecho este regalo de cumpleaños. Que más que un regalo ha sido como un jarro de agua fría en toda la cara. Y es que amiga, a ti te ha tocado madurar antes de tiempo. 

En la distancia, hoy solo soy capaz de ofrecerte  las manos, los abrazos y los besos que te falten a partir de ahora. Que no lloren tus ojos, esos que se achinan cuando te ríes. Que no se pierda tu sonrisa, esa tan bonita y que tan poco te gusta mostrar. Mi pequeño bichillo él seguirá queriéndote esté donde esté, él cuidara de ti.

Porque la vida es realmente maravillosa solo si te veo sonreír.

No hay comentarios:

Publicar un comentario