sábado, 19 de octubre de 2013

Rosa.


Era delgada como ninguna y su manera de vestir rozaba lo extravagante. Andaba de allí  para acá zarandeando los brazos mientras sus grandes anillos se movían al mismo compás. Poco puedo decir de aquel ser extraño que paso por mi vida de manera fugaz; plantó su dedo en mi y me preguntó que me gustaría cambiar de mi misma. Como esas estúpidas preguntas que te hacen en las entrevistas de trabajo, "¿Cómo se define?" 
¿Qué contestar? Qué suerte la de aquellas personas que afirman conocerse a sí misma en todos los sentidos. Yo rondaba los 25 y aún andaba pérdida por el mundo del “sí mismo”, discutiendo sobre lo que era y lo que quería llegar a ser algún día. Supongo que al no saber lo primero no podía llegar a lo segundo. Yo que sé.

-          Perdone, ¿Qué le gustaría cambiar de sí misma? – Repitió alegremente.
-          Hay gente que afirma que uno mismo no puedo cambiar.
-          Ay mi niña, eso es mentira. Todos y cada uno de los seres humanos tenemos el poder de cambiar. Normalmente las personas se quedan en su pequeña área de confort porque es lo que les resulta más cómodo. Son los llamados conscientemente incompetentes. Son conscientes de que hay algo en su personalidad que sería posible mejorar pero llenan de excusas su boca y siguen viviendo su vida. Dime niña ¿tienes algo que puedas mejorar?
-          Creo que sí.- Dije bajando la cabeza.- Verá mi problema reside en la mente. Soy algo más que pesimista, sobrepaso la línea del pensamiento catastrófico antes de que ocurra nada.
-          Debo admitir que esos son los peores. Eres una joven valiente, de lo contrario no estarías aquí. Debes saber controlar tus emociones y, sobretodo, tus pensamientos, solo así sabrás actuar correctamente. Crea pequeños planes de batalla para conseguir ganar tu propia guerra. Pequeños pasos como levantarte por las mañanas y pensar en lo fea que sería la vida sin ti. Repetir en voz alta que eres valiente. Y las mujeres valientes no se derrumban a la primera de cambio.- Añadió cogiéndome de la barbilla.- Cuando consigas no caer en los malos pensamientos solo tendrás que hacer una cosa, premiarte. Solo así crearas a la persona que quieres llegar a ser.
-          Parece fácil pero en la práctica no resulta tan sencillo.
-          Una vez un amigo mío me dijo qué si visualizas algo con mucha fuerza, mucha, mucha fuerza lo consigues.

Cogió su maleta llena de libros, beso mi frente, me guiño el ojo y se fue.  

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