miércoles, 27 de enero de 2016

Josefina.


Declaración de Intenciones lleva tu nombre.

¿Me estas escuchando? Te debieron hacer mucho daño en el pasado para asesinar de esa manera tu propio romanticismo. Deja el blíster con Orfidal donde estaba. No hay fármaco en el mundo capaz de anestesiar las ganas de querer a un ser humano. Que el corazón, amiga, es un músculo involuntario. Late a placer, a excepción del resto de músculos que están sometidos a nuestra voluntad. Como la sonrisa que te delata. Esa curva. Ese músculo, que no tiene dudas, que aparece de la nada para sedar, esta vez sí, esas ganas fingidas de no ser correspondida. Deja de hacerte llamar alma libre.

Las almas libres amamos.

Y tú de eso, sabes bien poco.

No hay comentarios:

Publicar un comentario