Yo
también me hubiera cambiado por cualquier mujer con los ojos azules. No te
reprocho que lo hayas hecho. Supongo que prefieres buscar sentimientos en unos ojos
con fondo; hacer pie y nadar sobre seguro. Los míos supusieron siempre un gran problema para ti, tan oscuros como la pez; sin un suelo al que agarrarte o al
menos vislumbrar. Quizás fue ese el problema, que buceaste demasiado y te
perdiste. En mi y mis rarezas. Hoy he tenido la extraña sensación de quien echa
de menos a alguien que sabe que nunca le perteneció del todo pero siempre
quiso.
Hoy has vuelto a doler.