viernes, 18 de diciembre de 2015

Judith.


Que los bloqueos sentimentales ahora son menos frecuentes.
Que sigo llorando ocasionalmente cuando nadie me escucha.
Si me ven, se muerden los labios.
Sé que te prometí acabar con aquello.
Pero tú prometiste no marcharte nunca.
Y  he vuelto a soñar contigo.
Aparecías de la nada y yo, incrédula, te preguntaba  qué hacías allí.
Sonreías.
He venido para ver que tal estáis.
Respondías mientras nos abrazabas.
Mientes.
Has venido porque nos echas de menos.
Lo sé.
Tanto como nosotros a ti.
Vuelve a casa.
Por navidad, como dicen en la televisión.
Regresa, por favor.
O al menos antes de que vuelvas a irte de nuevo.
A marcharte.
A desaparecer.
Antes de que te olvides de mi.
Recuerda que sigo aquí echándote de menos.
Y que te quiero.
Eso, por encima de todo.