lunes, 1 de junio de 2015

Laura.


Cuando desenfundaste el revólver para disparar deberías haber sabido de la  existencia del efecto retroceso. Que si apuntaste balas de esperanza sobre mí, tú has respondido con la misma intensidad. Paseaste por mi espalda con pies de inmortal, héroe invencible. Corazón de acero deberías haber sabido que no hay mejor manera de forjar un corazón que con altas dosis de pasión y ese eterno tira y afloja que templa a la temible rutina. Creíste que haría falta algo más que una sonrisa para derribar los cimientos que anteponías a un "nosotros". Deberías haberte oído diciendo "te quiero", corazón canalla, deberías haber colocado las manos sobre tu pecho. Solo así habrías descubierto cuán rápido puedes latir y de que poco sirvieron esos cimientos.

Canturree entre dientes.- No tienes escapatoria.

Deberías haber sabido lo grande que iba a ser tu respuesta cuando decidiste pasar el resto de tu impredecible vida conmigo.

Reíste.- No imaginas lo feliz que me haces.